Nunca dejes de bailar,
aunque te duelan los pies,
aunque estés molida,
o esta no sea la fiesta que esperabas vivir.
Hablo de la vida.
Disfruta de la música que suena de fondo,
bien sea alegre o la balada más triste.
Continúa bailando.
En esta vida te acompañará gente que te haga disfrutar de lo que haces, o bien te pisara bailando un vals.
Improvisa, al fin y al cabo la vida no es una coreografía que tengas que seguir al pie de la letra.
Habrá gente que quiera destrozar tu baile,
tu momento.
Pero jamás dejes de bailar.
10 de abril de 2016
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