HOGAR*
Estar en casa ya no significa estar en ese hogar que vio dar tus primeros pasos, aquella vez que rodaste por las escaleras, o fue testigo de como llorabas tras tu primer amor. Estar en casa es estar en sus brazos y sentir una mezcla de seguridad y calma. Sentir, al fin y al cabo. Y no quieres que te suelte nunca, al igual que cuando un lunes a las siete de la mañana suena el despertador y es la cama la que no te quiere soltar. Y si, confirmamos. Las personas también pueden ser hogar.
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