Que fácil es empezar un poema
que habla de ti.
Solo tengo que centrarme en tus ojos
y a través de ellos puedo sentir todos
los versos que te quedan por escribir
todas las caricias que te quedan por dar
todos los te quiero que te quedan por pronunciar.
y también puedo sentir tus miedos,
tus enfados,
tu felicidad,
tu tristeza.
Y lo que esa mirada esconde
o lo que mejor dicho,
no esconde.
Pues esos ojos lo dicen todo
y yo muero por una mirada
de esas que dicen todo o nada.
Y apuesto por ellos todo o nada
nada o todo.
Y todo incluye el termino absoluto
y yo quiero ser absolutamente todo
para esa mirada.